viernes, 17 de febrero de 2012

Ejemplo de resumen de un texto expositivo corto

Ahora vamos a poner en escena un texto expositivo breve y vamos a resumirlo.

Aplicamos aquí los siguientes pasos, a la luz de las propuestas teóricas de Teun van Dijk (1983) y Teodoro Álvarez (1999):    

1. Definir el subtipo (definición-descripción, clasificación-tipología, comparación-contraste, causa-consecuencia, problema-solución, pregunta-respuesta)
2. Descripción del propósito del texto.


3. Análisis y selección de la información: dividir el texto en párrafos y localizar la idea central de cada uno. Para ello se pueden aplicar las macrorreglas de Van Dijk (supresión, generalización y construcción).

 
4. Eliminación de la información redundante o no sustancial. En este paso, se aplica de nuevo la macrorregla de supresión.
5. Jerarquización de las ideas
6. Definición de las inferencias o sobreentendidos (para esto, sirve mucho la macrorregla de construcción). 
7. Reescritura del texto uniendo cohesivamente las ideas conseguidas.














Pasos para hacer un resumen

De la mano de las propuestas de Teun van Dijk y de Teodoro Álvarez, miremos los posibles pasos para la realización de un resumen de textos expositivo-explicativos y argumentativos.


Las macrorreglas

Las macrorreglas 

Para vincular las microproposiciones con las macroproposiciones, se hace necesaria la ejecución de procedimientos a los que Teun van Dijk llama macrorreglas, cuya función consiste en resumir la información semántica de varias proposiciones en una sola; dicho de otro modo, se trata de reducir su significado a lo esencial y también de recordar un texto. De hecho, esta reducción de información semántica resulta fundamental para poder comprender, almacenar y reproducir discursos. Además, se realiza de acuerdo con el tipo de texto, con los conocimientos previos y con la competencia textual que posea el lector. Otra característica de las macrorreglas tiene que ver con su naturaleza organizadora. Las diversas macrorreglas que propone van Dijk, para llegar a captar lo esencial de un texto e inferir las macroestructuras, son las siguientes:

oSupresión. Radica en eliminar la información de poca importancia y no necesaria para comprender lo fundamental. En consecuencia, se pueden omitir detalles, repeticiones, ejemplos, explicaciones, ampliaciones, pero no quitar información que afecte la estructura fundamental del texto.

    o  Generalización. Consiste en la presentación comprimida de información, en una proposición o palabra, que puede generalizarse o que puede sustituirse por una nueva proposición que implique conceptualmente a aquellas omitidas; precisamente es lo que ocurre con los hiperónimos que son palabras cuyo significado incluye el de otras; por ejemplo: usar la denominación árboles frutales en lugar de mango, ciruelo, manzano. Eso sí, una de las condiciones de la generalización es que debe ser mínima: no se toman conceptos generales arbitrariamente, sino superconceptos inmediatos. Cabe anotar que la información eliminada por la aplicación de estas dos reglas es irrecuperable, porque resulta imposible aplicar las macrorreglas al contrario para llegar de nuevo a las mismas proposiciones.


  o  Construcción o integración. Propone la reelaboración de ideas que están diseminadas por todo el texto o se han expresado de manera compleja o imprecisa en una proposición o texto equivalente al original, pero más corto. La aplicación de esta macrorregla está directamente relacionada con nuestro conocimiento del mundo. Dijk sugiere la aplicación de las macrorreglas en el siguiente orden: construcción, supresión, generalización, aunque advierte que en la práctica, no todo usuario de una lengua aplicará las reglas de la misma forma, depende de lo que cada uno considere pertinente según la tarea, los intereses, el conocimiento, las normas y los valores.




sábado, 11 de febrero de 2012

Concepto de texto

Les comparto este capítulo memorable de Enrique Bernárdez, tomado de su libro Introducción a la Lingüística del Texto (1982, Madrid, Espasa-Calpe). Espero que lo disfruten



viernes, 10 de febrero de 2012

Nivel retórico

Aquí se estudian las estrategias que pone en marcha el autor para persuadir a su público. Abundan las posibilidades; sin embargo, la elección de cualquiera de ellas depende del tipo de texto, del público al que se dirige y de la intención del hablante. En un texto académico, algunas de las más efectivvas estrategias retóricas son la comparación, la analogía, la citación de autoridades, la ejemplificación, la paráfrasis, la introducción de recursos organizadores, la alusión a otros textos, etc.




Nivel microestructural 

Expresa la estructura local de un discurso. Está integrado por las ideas principales del texto y sus relaciones. Aquí se pueden reconocer las señales textuales de causa/efecto, condición/consecuencia, medio/meta, indicadores temporales como los adverbios o recursos de producción como ampliación, ejemplificación, evaluación, etc. Las microestructuras, entonces, constituyen la base proposicional del texto, compuestas por una secuencia de proposiciones interconectadas cuyos vínculos vienen determinados por relaciones de referencialidad. Para vincular las microproposiciones con las macroproposiciones, se hace necesaria la ejecución de procedimientos a los que van Dijk llama macrorreglas, cuya función consiste en resumir la información semántica de varias proposiciones en una sola; dicho de otro modo, se trata de reducir su significado a lo esencial y también de recordar un texto. De hecho, esta reducción de información semántica resulta fundamental para poder comprender, almacenar y reproducir discursos. Además, se realiza de acuerdo con el tipo de texto, con los conocimientos previos y con la competencia textual que posea el lector. Otra característica de las macrorreglas tiene que ver con su naturaleza organizadora.






Nivel estilístico

Se ocupa de la manera, el modo, el estilo, el registro que emplea el autor para mover sus ideas. Esta elección no es absolutamente libre, sino que resulta previamente determinada por las características que establecen los tipos de discurso y los contextos sociales donde circulan esos discursos. Así, se reconocen estilos bien diferenciados: periodístico, educativo, legal, científico, administrativo, etc. El desarrollo de una Conciencia del Lenguaje le define al autor la posibilidad de emplear estilísticas oportunas en medios textuales diversos.


Nivel macroestructural

Está conformado por macroestructuras semánticas (llamadas macroproposiciones que implican la reconstrucción teórica de nociones como ‘tema’ o ‘asunto’ y tienen que ver con el contenido global de un discurso). En lugar de partir del análisis de la oración y de sus componentes, Teun van Dijk lo hace desde unidades mayores de contenido a las que denomina macroestructuras (proposiciones que sintetizan el tema que atraviesa todo el texto). Así las cosas, en el proceso de comprensión de un texto complejo, un lector puede realizar la tarea de abstraer de ese todo una idea global del tema que trata, tarea a la que, como usuarios, damos el nombre de resumir el tema de un discurso. En el proceso de producción de un texto, la formación de la macroestructura global aparece en las etapas de planificación y revisión, ya que el sostenimiento y progreso del tema guían el proceso de escritura. Vale recordar que este nivel interviene en la asignación de coherencia y, por lo tanto, permite diferenciar un texto de un no texto. En otras palabras, las superestructuras se “llenan” de contenido con las macroestructuras y éstas, a su vez, se despliegan en las microestructuras.





Nivel superestructural

Responde a la pregunta por el tipo de texto y su modo de organización. Responde a imágenes mentales (guiones, formatos, esquemas) que ayudan al lector en la identificación de un patrón organizativo, a partir del cual se pueden "llenar las ideas". Se refiere a la estructura esquemática que define la ordenación global del discurso y las relaciones (jerárquicas) de sus respectivos fragmentos, de manera que, mientras la macroestructura organiza únicamente el contenido global del discurso, una superestructura ordena las macroproposiciones y determina si el discurso es o no completo. Esto quiere decir que la superestructura controla la formación de las macroproposiciones, concepto que sirve de base a la consideración de una tipología textual. Por otro lado, contempla los formatos globales de los textos, independientemente del contenido. Las superestructuras, de esta manera, constituyen y determinan la naturaleza arquitectónica de cada texto. Este nivel orienta el montaje de la base textual y el desarrollo temático del texto en esquemas globales y canónicos de organización. Tales esquemas convencionales intervienen en la asignación del sentido porque, desde la comprensión, los lectores los reconocen como formas típicas y, desde la producción, los usuarios toman la decisión del tipo o formato que darán al texto, en paralelo con las disposiciones relacionadas con el asunto o tema.




Dimensión pragmática

La dimensión pragmática se desprende del valor comunicativo del texto. Esta dimensión determina el comportamiento de las otras dimensiones y niveles. Aquí la intención, el propósito, la imagen que quiere proyectar el autor, lo que quiere del lector, el análisis contextual y la identificación de ideologías que atraviesan el intercambio resultan vitales.



Dimensión semántica

Toda la dimensión semántica gira en torno al significado de las palabras o expresiones. Esta dimensión incluye aquellos sentidos que son convencionales y generales, como los figurados. No podemos olvidar -ya lo decía Wittgenstein- que una palabra "no tiene definiciones, sino usos", de ahí que los sentidos que puede adquirir cualquier término dependen del contexto, la intención, la cultura y los malabares del autor mismo por "apalabrar" otras realidades. 




Dimensión sintáctica 

Del mismo modo que la dimensión morfológica se centra en la palabra, la sintáctica lo hace en la oración. Contempla una serie de reglas, algunas rígidas y otras flexibles que permiten al usuario reconocer y producir oraciones bien construidas.Cuando advertimos que el autor construye oraciones cortas o largas, independientes o subordinadas, rodeos o frases contundentes, estamos hablando de lo sintáctico. De igual manera, cuando sigue o no el orden lógico de la oración. No puede olvidarse, eso sí, que cualquiera de estas elecciones depende de lo pragmático y lo superestructural.




Dimensión morfológica 

Se ocupa de las palabras y sus accidentes: género (masculino, femenino, neutro), número (singular, plural), tiempos, modos verbales (indicativo, subjuntivo, imperativo e infinitivo), voces (activa, pasiva, perifrástica), casos del pronombre, etc. A pesar de su carácter aparentemente aislado de la dinámica textual, la dimensión morfológica es vital para la comunicación, ya que en la voz elocutiva o en el tratamiento que se dé al lector, se configura la distancia o acercamiento entre el autor y su público. 


Dimensión notacional 

La dimensión notacional comprende el conjunto de elementos aparentemente superficiales que saltan a la vista al primer contacto con el texto: los elementos paratextuales, las imágenes, el diseño, el tipo de papel, el formato de letra, el tamaño del texto, los estilos para uso de mayúsculas y minúsculas, la ortografía, la puntuación, los nomencladores, los recuadros y hasta los espacios vacíos (sangrías, interlíneas, márgenes...). Todo esto nace de las convenciones propias de la escritura que marcan diferencias profundas con la oralidad. 




Introducción al tema de Dimensiones y Niveles del Texto

Presentamos estas consideraciones de la mano de los primeros trabajos de Teun van Dijk en La ciencia del texto (1983) y en Estructuras y funciones del discurso (1978). Reconocemos, además, el excelente despliegue teórico y metodológico de la Cátedra de Redacción desarrollada por la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Nacional del Rosario. Tratamiento más amplio sobre este tema puede observarse en el libro Didáctica de la comprensión y producción de textos académicos (2009) de Zahyra Camargo, Graciela Uribe y Miguel Ángel Caro.